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jueves, 13 de diciembre de 2012

VIAJE A UN CUERPO SIN DOLOR



Cuando el dolor de espalda, tendinitis,  tensión muscular crónica, migrañas, problemas intestinales, problemas digestivos, dolores en las articulaciones, insomnio, fatiga, u otras dolencias nos acontecen al azar, solemos buscar una causa física de nuestro sufrimiento.

Analizamos y revisamos cualquier acción física realizada durante el último par de días antes del inicio de nuestra molestia. Lo que comimos, lo que hicimos en el gimnasio, lo que levantamos en el garaje, en qué colchón dormimos, cuánto tiempo pasamos en el coche..., no se deja piedra por mover en nuestra misión de descubrir por qué tenemos este malestar.

Por lo general, si hay una causa física, es bastante fácil de diagnosticar y tratar adecuadamente. Pero muchas veces, no existe una relación claramente definida entre sus acciones y de tu reciente estado comprometido. De hecho, tu pasado reciente puede haber sido totalmente tranquilo. Tu vida puede haber sido completamente normal. Esto puede ser confuso y, peor, francamente frustrante.

Si el dolor o los síntomas no desaparecen rápidamente, puede resultar una búsqueda inútil. Puedes empezar a correr de médico en médico, tratando desesperadamente de obtener una respuesta. Pero la batería de pruebas, resonancia magnética, tomografías, análisis de sangre, etc, pueden resultar poco concluyentes. Tu "respuesta" nunca aparece.

¿Qué quiere decir esto? Bueno, siempre hay una pequeña posibilidad de que haya faltado algo en los exámenes. Creo que es oportuno decir que ningún diagnóstico es fiable al 100%.

Pero, la mayoría de las veces, cuando no existe una relación simple y directa entre causa y efecto, el verdadero culpable puede ser algo de lo que la mayoría de nosotros no quiere oír hablar ni mirar honestamente: nuestro propio estado emocional.

Después de trabajar con gente durante 20 años, puedo decir con certeza que el estado emocional de todos los individuos se manifiesta en el cuerpo físico. A pesar que su estado emocional actual sin duda puede ser causado por un evento de la vida reciente, más a menudo resulta de una acumulación de sentimientos negativos a lo largo de toda la vida. Toda la ira no resuelta, el miedo, la inseguridad, o la ansiedad  pueden manifestarse en el cuerpo físico.





Te estarás preguntando, "¿Cómo puede mi estrés y las emociones no resueltas causar síntomas físicos?" Déjame explicarte

Nuestro estado emocional está directamente vinculado a nuestro sistema nervioso. Cuando una emoción negativa es experimentada, nuestro sistema nervioso es rápidamente llamado para procesarla y tomar cualquier medida que considere necesaria.

Como la mayoría de las emociones negativas derivan del miedo, nuestro sistema nervioso inmediatamente nos traslada un estado de "lucha o huída". Esto implica aumento de la frecuencia cardiaca, tensión muscular, disminución de la función inmune, elevación de los niveles de cortisol, cambios en la circulación, cambios hormonales, y desaceleración de la digestión.

Este mecanismo está diseñado para la supervivencia. Funciona de maravillas durante una experiencia a corto plazo y sin duda aumenta las probabilidades de sobrevivir a un incidente particularmente peligroso o estresante. El problema surge cuando el cuerpo permanece en este modo de lucha o huída de forma crónica. Véase, las emociones negativas no resueltas pueden permanecer atrapadas en nuestra mente inconsciente durante años, incluso décadas. Así, algunos de nosotros estamos literalmente atrapados en el modo de lucha o huída constantemente.

Mantener el sistema nervioso de esta manera durante largos períodos de tiempo puede tener una multitud de efectos físicos negativos. Productos químicos causantes de enfermedad puede ser liberado en el cuerpo. El estado general de salud se puede deteriorar de manera significativa. Y hay otra serie de consecuencias negativas. Ni falta hace decir, que vale la pena el esfuerzo para resolver los problemas emocionales profundos que le impiden tener una salud óptima.

Sé por experiencia que la mera sugerencia de que las dolencias físicas de alguien pueden estar conectadas a su estado emocional, por lo general provoca una denegación rápida y defensiva. Pero antes que te dejes llevar allí, trata de mantener la mente abierta sólo por unos minutos. Responde a las siguientes preguntas, a ver si  puedes estar sufriendo un estado emocional negativo que te está causando daño:

1) ¿Tienes dolor en las articulaciones al azar? Si te duele la espalda, y luego un par de semanas más tarde te duelen las rodillas, y luego un par de semanas más tarde duele tu (llenar con la articulación que quieras), etc, es seguro decir que puedes ser un candidato.

2) ¿Tienes problemas intestinales? Periodos de estreñimiento, síntomas de diarrea, malestar estomacal y / o alergia alimentaria son síntomas comunes?. A menudo, estos problemas se diagnostican erróneamente como sensibilidad a los alimentos o Síndrome de Intestino Irritable.

3) ¿Estás cansado? Sentirse excepcionalmente fatigado es un síntoma importante. Se necesita una enorme cantidad de energía para seguir empujando hacia dentro las emociones negativas. Y es posible que lo hayan estado haciendo durante tantos años que ni siquiera seas consciente de la constante batalla que está pasando en su cabeza.

4) ¿No consigues un sueño reparador? Cuando vas a dormir, tus defensas están bajas. tu mente se desacelera. Tu frecuencia respiratoria disminuye. Se te hace más difícil  usar las técnicas de evasión habituales para huir de tus propios pensamientos y sentimientos. Por lo tanto, ir a la cama en realidad puede provocar ansiedad en algunas personas. Esta ansiedad puede alterar los patrones normales del sueño, haciendo que se sienta cansado y agotado al día siguiente, aunque técnicamente "he dormido lo suficiente".

5) ¿Eres adicto a mantenerse ocupado? ¿Sientes ansiedad si  no tienes mucho que hacer? Estar ocupado puede ser una gran distracción de tus emociones. Pero también crea estrés, que con el tiempo puede crear muchos efectos secundarios indeseables.

Si estás pensando, "¡Madre mía, suena igual que yo!" a una o más de estas preguntas, vale la pena considerar la noción de que es posible que tengas un poco de trabajo emocional que hacer.

Aquí está tu plan de juego:

a) Respeta tus dolencias. El hecho de que su origen puede provenir del estado emocional no significa que no sean reales. No debes ignorarlas. Si una determinada actividad duele, no la hagas. Si un alimento te hace sentir horrible, no lo comas. Usa tu intuición y tu sentido común hasta que los problemas físicos se resuelvan.

b) Des-estrésate. La meditación, la lectura de material positivo, ejercicios de respiración, y trabajar en "no preocuparse por pequeñeces", será de gran ayuda en este sentido.

c) Comer saludable. Dado que las emociones negativas disparan un mecanismo inflamatorio a través del cuerpo, vale la pena el esfuerzo de comer una dieta anti-inflamatoria. Enfatice las frutas y verduras frescas, una mezcla de grasas saludables y algunas proteínas magras. Evite la harina, el azúcar y todos los alimentos procesados.

d) Hacer ejercicio regularmente. No resolver emociones negativas puede causar una enorme cantidad de tensión muscular y por lo tanto, dolor articular. Un plan de entrenamiento bien balanceado que incluya trabajo de movilidad ayudará a evitar que esa rigidez se salga de control.

e) Comienza a prestar atención a tus juicios y reacciones. Cada vez que sientas juicios o reacciones desproporcionadas a la situación en que te encuentras, que significa que no estás reaccionando a la situación actual. Por el contrario, la situación simplemente activa emociones negativas que ya están dentro de ti.

Pregúntate: "¿A qué estoy reaccionando? ¿Qué es lo que estoy juzgando realmente con dureza. Meditar sobre estas preguntas y las respuestas llegarán, pero recuerda: tienes que querer conocer realmente estas respuestas! Tu deseo y la intención de aprender la verdad acerca de ti mismo es fundamental aquí. La consciencia es el primer paso hacia la curación y este ejercicio es muy bueno para aumentar cada vez más la tuya.

f) Ir a ver a un terapeuta calificado. Al igual que los entrenadores, la mayoría de los terapeutas no son tan eficaces. Pero hay algunos por ahí que son realmente talentosos y pueden ayudarte a acceder a tus sentimientos inconscientes negativos, y llevarlos ante la resolución. No pasar por alto esto, para algunos es lo más poderoso!.

Algunas de estas sugerencias te ayudarán a sanar. Otras te ayudarán a controlarte hasta que lo hagas. Si estás sufriendo las consecuencias de emociones negativas, espero que encuentres el coraje de escuchar este mensaje. Puede ser la clave para lograr la paz y el equilibrio en la mente y el cuerpo. Ahora ve a cambiar tu vida, tanto dentro como fuera del gimnasio!

Autor: John Alvino           Traducido por : Ariel Couceiro González

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